Fundamentos de la terapia con ondas de choque

Carlos López Moreno es fisioterapeuta y Jefe de Estudios del Grado en Fisioterapia de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia “San Juan de Dios” de la Universidad Pontificia Comillas, donde además coordina el Máster en Biomecánica y Fisioterapia Deportiva. Como experto en terapia con Ondas de Choque, en esta entrevista nos introduce en el conocimiento de estos tratamientos.

¿Qué son las ondas de choque y cuál es su mecanismo de acción?

La onda de choque es un impulso de presión único con un aumento muy rápido de la energía y con una amplitud de presión positiva y un pico de energía muy elevados, seguido de una muy pequeña fase de presión negativa.

Las ondas de choque pueden ser generadas de diferentes maneras, a través de bobinas electromagnéticas, electrohidráulicas o piezoeléctricas, en el caso de las ondas de choque focales y a través de la colisión de cuerpos sólidos, en el caso de las ondas de choque radiales. En ambos casos, las ondas generadas en el dispositivo son proyectadas sobre la zona a tratar y, a su paso a través de los tejidos, van provocando una serie de respuestas biológicas, gracias al efecto mecánico de la fase positiva de la onda y a los fenómenos de cavitación resultantes de la fase negativa.

Existe una fuerte evidencia que avala el aumento de la proliferación de factores de crecimiento, del aporte sanguíneo y de oxígeno en los tejidos tratados con ondas de choque, lo que facilita las condiciones necesarias para la regeneración de los tejidos y la mejoría de sus propiedades viscoelásticas.

 

¿Para qué tipo de lesiones se utilizan?

Son utilizadas para todo tipo de patología musculoesquelética, tendinopatías, con o sin calcificación, fascitis plantar, síndrome de dolor miofascial, miopatías e incluso en pseudoartrosis y retardos de consolidación

 

¿Qué estudios hay que avalen esta práctica clínica?

Existen numerosos estudios que avalan el tratamiento con ondas de choque como una técnica segura y efectiva para el tratamiento de patología musculoesquelética, como son las revisiones de Schmitz C. et al., D Agostino MC. et al. y Liao CD et al. (1-3), entre otros.

 

¿Es un tratamiento de primera opción? ¿En qué casos?

Aunque cada vez más utilizada, la terapia con ondas de choque es una técnica joven para el tratamiento de la patología musculoesquelética, pero en casos como la tendinopatía calcificada podemos decir que si es la primera opción terapéutica. La fascitis plantar es otra de las patologías en las que esta terapia ha demostrado ser muy eficaz, contando incluso con la aprobación de la FDA Norteamericana, por lo que no tardará mucho en ser primera opción terapéutica.

 

¿Qué diferencias hay entre ondas de choque e infiltraciones? ¿Cuándo se aplica un tratamiento y cuándo otro?

Realmente son opciones terapéuticas muy distintas. La principal diferencia es que las ondas de choque son “no invasivas” mientras que una infiltración se considera una técnica “invasiva”. Por otro lado, depende mucho de la sustancia que se inyecte en una infiltración, ya que en ocasiones simplemente se coloca en la zona lesionada anestésico y corticoides para disminuir el dolor y la inflamación, nada que ver con lo que se pretende con la terapia con ondas de choque que es la reparación y regeneración del tejido. Estos efectos también se pueden conseguir si lo que se infiltra es plasma rico en plaquetas (PRP), células madre o ácido hialurónico, por lo que la combinación de este tipo de infiltraciones con la terapia por ondas de choque puede ser una potente arma terapéutica en casos recurrentes o lesiones graves.

 

¿En qué casos está contraindicado?

Al tener un gran efecto sobre la vascularización de la zona tratada, está contraindicado en personas que están siendo tratadas con anticoagulantes, antiagregantes o tengan problemas de coagulación. Además de esto, hay que tener cuidado al tratar los núcleos de crecimiento óseo en niños, o en la proximidad de núcleos infecciosos o neoplásicos, debido a su poder bio-estimulante.  También, se debe tener especial cuidado con personas que tengan alterada la sensibilidad y con las que sean portadoras de marcapasos.

 

¿Qué tipo de pacientes son los que más se pueden beneficiar de esta técnica?

La patología musculoesquelética afecta a cualquier grupo de población por lo que todos podemos beneficiarnos de ella.

 

¿Los deportistas utilizan este método para sus lesiones?

Por supuesto, tanto deportistas de élite con amateur cada vez usan más esta técnica ya que con ella resolvemos patologías que antes eran muy recurrentes.

 

¿Qué tipo de lesión deportiva es la más habitual para este tipo de tratamiento?

Sin duda las tendinopatías, epicondilalgias, tendinopatía rotuliana, aquílea, de manguito de rotadores, seguidas muy de cerca de la fascitis plantar. Gracias a los estudios que estamos realizando, sabemos que las ondas de choque tienen un efecto positivo sobre la elasticidad de la fibra muscular, por lo que también lo usamos en las sobrecargas musculares, las contracturas, las cicatrices fibrosas de roturas musculares y cualquier tipo de lesión muscular que curse con alteración de su elasticidad.

 

¿Qué debe saber un paciente que se somete a este tipo de tratamientos?

Como en todos los tratamientos lo más importante es la adhesión a él, por lo que el paciente debe atender a las indicaciones del profesional sanitario, respetando los tiempos y las pautas de reposo y que es un tratamiento efectivo y seguro.

 

¿A partir de cuándo comienzan a verse los efectos de las ondas de choque?

Si la técnica está bien aplicada, el paciente notará cambio en su sintomatología desde la primera sesión.

 

¿Cuántas sesiones son necesarias en función del tipo de lesión?

En lesiones leves y con muy poco tiempo de evolución 2 o 3 sesiones puede ser suficientes, mientras que podemos necesitar entre 5 y 8 en casos de tendinopatías más severas. Las fascitis plantares suelen resolverse entre 3 y 5 sesiones. Evidentemente, el pronóstico es mejor si combinamos esta terapia con otras técnicas de fisioterapia o con otras técnicas de medicina regenerativa.

Es importante destacar que la frecuencia de las sesiones debe ser de una a la semana, al menos en las tres primeras, pudiendo espaciarlas hasta los 10 días, si fueran necesarias sesiones adicionales, para permitir que ocurra el recambio biológico inducido por la aplicación de las ondas de choque sobre el tejido.

 

¿Cuánto dura cada sesión?

Las sesiones son cortas. El tiempo de aplicación de las ondas de choque no excede de 10 o 15 minutos, aunque la sesión suele durar entre 20 o 30 minutos por el tiempo necesario para realizar una correcta exploración y localizar, de forma precisa, los puntos a tratar.

 

¿Es doloroso?

No. El tratamiento es “molesto”. Cuando aplicamos las ondas de choque sobre el punto exacto de lesión, el paciente reconoce su dolor. La dosis de aplicación, con la que tenemos los mejores resultados, es con la que el paciente se siente cómodo, con la que el paciente percibe una sensación intensa, pero tolerable, justo antes de que empiece a ser dolorosa. Por tanto, la dosis depende de cada paciente, ya que el dolor es una percepción subjetiva.

 

El paciente que se lesione ¿debe dejar de hacer deporte mientras es tratado con ondas de choque?

No. Durante el tratamiento con ondas de choque debemos dejar que ocurra el proceso de “recambio biológico”, por lo que no podemos someter a excesiva tensión a los tejidos lesionados. Esto no significa que el deportista deba estar quieto, lo que se bebe hacer es una correcta “adaptación de la carga” con un trabajo meticuloso e interdisciplinar entre médicos, fisioterapeutas y preparadores físicos.

 

Bibliografía pregunta 3:

(1) D Agostino MC, Frairia R, Romeo P, Amelio E, Berta L, Bosco V, et al. Extracorporeal shockwaves as regenerative therapy in orthopedic traumatology: a narrative review from basic research to clinical practice. J Biol Regul Homeost Agents 2016 Apr-Jun;30(2):323-332.

(2) Liao CD, Xie GM, Tsauo JY, Chen HC, Liou TH. Efficacy of extracorporeal shock wave therapy for knee tendinopathies and other soft tissue disorders: a meta-analysis of randomized controlled trials. BMC Musculoskelet Disord 2018 Aug 2;19(1):278-018-2204-6.

(3) Schmitz C, Csaszar NB, Milz S, Schieker M, Maffulli N, Rompe JD, et al. Efficacy and safety of extracorporeal shock wave therapy for orthopedic conditions: a systematic review on studies listed in the PEDro database. Br Med Bull 2015;116:115-138.